Desde hace 10 años Sala de Redacción “Julio Castro” (SDR) se dedica a enseñar periodismo escrito desde la práctica, constituyéndose al mismo tiempo en un espacio para la reflexión y el análisis de la teoría. Al mismo tiempo se ha conformado como un medio de comunicación en el que los estudiantes son periodistas, y los colaboradores honorarios y docentes son editores.

logo de SDR

En el cuarto piso de la FIC, la puerta de un aula dice “Sala de Redacción”. Un pizarrón y un proyector se enfrentan con una gran mesa de reuniones, en la que hay termos, mates, botellas de agua y periódicos. En el resto del salón se juntan teléfonos, un televisor, una impresora y 30 computadoras que indican que ese no es un clásico espacio de enseñanza: dos veces por semana, las luces del aula 403 se encienden en dos turnos para recibir a un grupo de estudiantes, docentes y colaboradores honorarios que practican el periodismo. Se trata de la unidad curricular Sala de Redacción cuyo portal de noticias se llama “Julio Castro”.

Hace unos 15 años, invitado por estudiantes de la Asociación de Estudiantes de Comunicación (Aecco), el periodista Samuel Blixen llegó a la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación (Liccom) de la Universidad de la República (Udelar) para dar un curso de periodismo de investigación. Como docente, se dio cuenta que los estudiantes tenían muchos elementos teóricos pero les faltaba la práctica. Sin tener muy claro los criterios de enseñanza, empezó a pensar cómo se podía hacer para que los estudiantes ejercitaran el oficio del periodista. Pensaba que si egresaban sin práctica, les iba a resultar muy difícil ingresar al mundo laboral.

Lo primero que pensó es que necesitaban tener un espacio análogo al de las salas de redacción de los medios de prensa y que para eso se precisaban computadoras. Junto a la secretaria de la Liccom mandaron mails a organismos del Estado solicitando la donación de máquinas viejas, pero solo consiguieron un par. La idea empezó a tomar forma cuando su hijo, un empresario que vive en Paraguay, se ofreció a donar 11 computadoras. “Resulta que conseguir las máquinas era lo menos, porque después había que conseguir el lugar donde tenerlas, hacer toda la instalación eléctrica, de internet y comprar todos los pupitres”, recuerda Blixen.

El docente convocó algunos estudiantes para hacer una experiencia piloto y redactó el proyecto de lo que posteriormente sería la sala de redacción Julio Castro. Finalmente, el 20 de abril de 2009 se inauguró el espacio y se incorporó como una asignatura optativa al plan de estudios vigente. “El nombre Julio Castro entró de cajón porque su figura incorpora un educador y un periodista, y estas son las dos partes de Sala de Redacción” explica Blixen.

 

Método de trabajo

“En Sala, la práctica y la teoría se retroalimentan. La intención es que los estudiantes, que en general llegan con una formación previa en periodismo, se tiren al agua y a partir de los aciertos y las dificultades, y de las vivencias concretas que resultan del ejercicio de la profesión, elaboremos entre todos los criterios técnicos y éticos que orientan su desarrollo. En este sentido, el principio que define el trabajo es que 'haciendo periodismo, aprendemos periodismo'” comentó Betania Núñez, docente del curso, quien además integró la primera generación de estudiantes de SDR.

Núñez explicó que el tiempo de clase se destina por un lado al acompañamiento de cada estudiante en la elección del tema y el enfoque, el rastreo del material de archivo, la identificación de las personas con las que se quiere hablar, el género periodístico que mejor se adapta al tema, la escritura y la edición del artículo; y por el otro, se destinan instancias de clase a aspectos más teóricos, por ejemplo invitando a periodistas en ejercicio a conversar con los estudiantes. Los contenidos también varían según la motivación y las necesidades de cada generación.

Por su parte, Blixen recordó que el objetivo inicial era escribir crónicas y publicarlas, y que estas tenían que ser sobre bases reales y en tiempo real, “exactamente igual que en un medio que publica”. Para esto se les ocurrió la idea de hacer una página web, que fue posible gracias a que el encargado de informática de la Liccom.

Blixen resalta que los estudiantes saben que el trabajo se publica, y en eso hay una satisfacción, pero también una gran responsabilidad. “Nosotros les explicamos que el medio profesional está viendo cómo se desarrollan, que está pendiente y atento a lo que están produciendo” y destaca que “han habido episodios en donde estudiantes han hecho coberturas con gran repercusión”. El docente y periodista afirma que “el periodismo que hay en SDR está muy bien escrito” y señala que las notas que no son así igual sirven como material para trabajar aunque no se publiquen.

 

El oficio de aprender

Camila Zignago es estudiante de la orientación curricular Periodismo y le parece que cursar Sala es elemental para su formación profesional. Define al espacio como “la puesta en práctica de un cúmulo de conocimientos que fui adquiriendo a lo largo de la carrera” y destaca que es un curso en donde se permite que el estudiante se desarrolle a su manera, con tus tiempos, y que el equipo docente va brindando herramientas para eso.

Para Zignago la experiencia ha sido “completamente enriquecedora” y aunque entiende que “es una palabra medio cliché” piensa que “es así”. Agrega que en este trayecto aprendió “muchísimo de todo el equipo de docentes y de los colaboradores” que trabajan “por amor a la profesión y por querer que realmente se formen periodistas como la coyuntura merece”. Para ella, ser periodista requiere “cuestionar la práctica y pensar la ética” y explica que “más allá de que hay un manual, la ética es algo que se va adquiriendo a partir del ejercicio” y ejemplifica con su experiencia: “Acabo de terminar una nota sobre las desaparecidas en democracia, en la que tomé testimonios de familiares de esas mujeres”. Cuenta que en esa experiencia “entra en juego un debate moral y hay que cuestionarse mucho qué de lo privado merece ser público”. En este sentido cursar Sala “permite cuestionarse a uno en la profesión y formarse plenamente en todas las áreas” sintetiza la estudiante.

Para Blixen un aspecto fundamental de esta forma de trabajo es la necesidad de mantener una relación de cercanía con el estudiante. Esta personalización la lograron a través de colabores honorarios, que “son un eslabón entre el equipo docente y el estudiante”. Cada colaborador hace un seguimiento personalizado de un grupo de estudiantes, editan las notas pero también enseñan mano a mano, y ven cómo el estudiante aplica los criterios y cuáles son sus problemas. Los colaboradores, explica Blixen, “tienen una cercanía generacional con los estudiantes y los ven casi como pares, lo cual facilita la confianza y se logra que el estudiante aprenda y trabaje como un profesional, que tiene la posibilidad de discutir con el editor, similar al secretario de una redacción”.

 

La experiencia de elecciones nacionales

Los procesos electorales siempre son un desafío y una época de especial trabajo en los medios de comunicación. Este año SDR no es la excepción y luego de realizar una cobertura de las elecciones internas en junio, entrevistó a algunos de los candidatos a la Presidencia de la República y se prepara para una jornada distinta el 27 de octubre.

Durante todo el domingo cubrirán las elecciones en circuitos y sedes de campaña con entrevistas a votantes y candidatos, un trabajo que podrá seguirse en Twitter (@SDRFIC) y Facebook (@sala.deredaccion.7).