Las egresadas de la Facultad de Información y Comunicación (FIC) de la Universidad de la República (Udelar), Julieta Núñez y Cecilia Álvarez, ganaron el V Premio Nacional de Prensa Escrita Marcelo Jelen por dos trabajos periodísticos publicados en Sala de Redacción “Julio Castro” y en la diaria.

foto de Julieta Núñez

El jurado del V Premio Nacional de Prensa Escrita Marcelo Jelen integrado por Constanza Narancio (ONU Mujeres), Rosa María González (UNESCO), Lucy Garrido (Cotidiano Mujer), Carolina Molla (Cainfo) y Roger Rodríguez (periodista) evaluó 23 artículos publicados en 12 medios de comunicación durante 2020. Como resultado, el 5 de marzo anunció que otorgaba el premio en forma compartida a Julieta Núñez por su artículo “No vale copiar”, y a Cecilia Álvarez por su informe “Hijos privados”.

Ambas periodistas son egresadas de la FIC y además Núñez ha sido colaboradora honoraria de la facultad, su artículo fue publicado en el portal periodístico de prácticas de nuestra institución (Sala de Redacción “Julio Castro”) y fue parte de su trabajo final de grado (TFG) de la Licenciatura en Comunicación, defendido públicamente en julio del año pasado. Su investigación sobre la publicación en medios digitales de comunicados de prensa de Juan Sartori durante la campaña electoral como si fueran productos propios, “refleja con crudeza una fotografía del periodismo uruguayo que a todos debe alarmar y sobre la que es indispensable actuar para terminar con un flagelo producto de la desidia o la conveniencia” justificó el jurado.

Por otra parte, el trabajo de Álvarez publicado en la diaria dejaba en evidencia el accionar de una ONG dirigida por la secretaria nacional de Cuidados y Discapacidad del Mides, Gabriela Bazzano, para entregar hijos de personas con discapacidad intelectual a otras familias sin control de organismos públicos. En opinión del jurado el reportaje “desnuda la situación que sufre un sector vulnerable de la sociedad y la injerencia que la cosa política tiene en un caso que ya ha derivado al escenario judicial, donde necesariamente se deben esclarecer responsabilidades”.

Para Núñez el premio “implica un gran orgullo y una reflexión profunda sobre las oportunidades que se me presentaron, sobre todo las relacionadas a la educación pública. Si hoy tengo una carrera profesional es porque pude acceder a educación de calidad y a prácticas profesionales que me permitieron insertarme al mundo laboral del periodismo y la comunicación sin tener ningún contacto y haciendo valer los conocimientos adquiridos” tanto en la Universidad como en la Escuela de Comunicación Social del CETP (ex UTU). De todas formas, para la periodista su trabajo sólo tiene valor si llega a la ciudadanía: “Siento que una nota periodística, una investigación, puede tener buenas fuentes e información relevante y original pero no cumple su propósito si no tiene llegada a la población y si no aporta a la construcción de una ciudadanía más informada y por lo tanto más libre, más democrática. Espero haber podido hacer al menos un poco eso y es lo que siento que representa el premio”.

El origen de su investigación fue cuando realizó un curso sobre información y comunicación política en la Universidad Complutense de Madrid gracias a una beca internacional a la cual accedió por la Udelar. “Me interesaba mucho investigar sobre los outsiders de la política, su inclusión en nuestro sistema político característico por ser muy tradicional y sobre la utilización de técnicas de competencia empresarial en el terreno político. Cuando empezaba a investigar sobre esto descubrí lo que estaba sucediendo con los comunicados del equipo de comunicación de Sartori y encaminé el TFG hacia allí, porque me permitía también tocar el tema de las prácticas periodísticas, algo que venía trabajando ya en otras materias de la FIC” relató la egresada. Posteriormente optó por publicarlo en Sala de Redacción porque admira el proyecto: “Las notas que allí se publican conllevan mucho trabajo y pienso, y todas comparten una pasión periodística desinteresada. Sala fue una escuela de cómo hacer periodismo y espero conservar los valores éticos y profesionales que aprendí en ese salón para el resto de mi carrera” valoró Núñez.

Por último, consultada sobre la formación y el ejercicio profesional, sostuvo que “una vez que empezamos a trabajar como periodistas nos damos cuenta de que el mundo laboral en los medios tiene lógicas que no siempre corresponden al interés periodístico. Esto muchas veces no es culpa ni de los jefes ni del medio. Si hay culpas son de un sistema que mercantiliza la información y obliga a la competencia por vender algo que no debería comprarse”. Por eso la formación “siempre debe darnos herramientas para poder ser críticos con lo que nos rodea. Para poder tener un pensamiento independiente y para poder discernir entre las prácticas que aportan y las que no a la construcción democrática. Creo que mi formación fue eso, que mis profesores lograron inculcarme ese interés desde los primeros años y que las prácticas, las actividades de investigación, extensión y acompañamiento profesional también fueron en el mismo sentido”.

 

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