Las egresadas de la Facultad de Información y Comunicación (FIC) Jazmin Domínguez Silveira, Jimena Núñez Ansuas y Stephanie Demirdjian, compartieron sus saberes y experiencias vinculados al ejercicio profesional en archivología, bibliotecología y comunicación desde una perspectiva de género, en un conversatorio realizado el martes 21 de marzo en el aula magna, en el marco de las actividades por el Mes de las Mujeres en la FIC.

Fotografía. De izquiera a derecha: Jazmin Domínguez Silveira, Jimena Núñez Ansuas, Stephanie Demirdjian y Lucía Santos Nasso

Jazmin Dominguez Silveira, es Licenciada en Archivología por la Universidad de la República (Udelar). Ha realizado estudios de fotografía y una diplomatura en Preservación y Restauración Audiovisual en la Sociedad por el Patrimonio Audiovisual de Buenos Aires. Actualmente trabaja en el archivo audiovisual Prof. Dina Pintos de la Universidad Católica del Uruguay.

Dominguez Silveira explicó que lo que ha aprendido a lo largo de la carrera y en su experiencia profesional es que “los archivos son un reflejo de la sociedad y que tienden a reproducir lo que sucede en ella” y por lo tanto "tienden a reproducir la lógica patriarcal y machista, que está institucionalizada”. La profesional se apoya en producciones académicas principalmente de Argentina, Chile y España, y entiende que a las graduadas de archivología les compete ver si es posible romper con esa hegemonía discursiva. 

En su trabajo final de grado abordó la temática de “Feminismo Archivístico” y trabajó con el archivo de la fotógrafa Lilián Castro sobre el primer Encuentro Nacional de Mujeres del Partido Comunista de 1988. En este proceso se preguntó “¿qué pasa con las identidades que no están en los archivos? y concluyó que, al mirar el campo de la archivología, existe una doble invisibilización de la mujer: por un lado en lo que refiere a la decisión de quiénes aparecen representados en los archivos, es decir, quiénes son los protagonistas de la historia que se archiva, y por otro una invisibilización de las profesionales que trabajan en los archivos, que son mayoría.

La profesional sostuvo que el feminismo archivístico no es solamente visibilizar mujeres en archivos, eso es una parte, y que existen muchas aristas, como por ejemplo repensar las terminologías que se usan, las descripciones que se hacen, las normas descriptivas que pueden tener conceptos sexistas, por ejemplo. 

Dominguez Silveira invitó a reflexionar a través de una pregunta:  “¿Qué pasa con nosotras las mujeres que trabajamos en los archivos, qué lugar ocupamos en la sociedad?”. Resaltó que los archivos son lugares muy solitarios, y que es necesario propiciar instancias de intercambio con colegas, para comprender que estas cuestiones que atraviesan a las mujeres también se dan en los lugares de trabajo. 

 

Jimena Núñez Ansuas es Licenciada en Bibliotecología y Profesora de Literatura por el Instituto de Profesores Artigas. Actualmente es docente en el Departamento de Información y Sociedad del Instituto de Información de la FIC y está en la fase de elaboración de tesis de la Maestría en Didáctica de la Educación Superior de la Universidad CLAEH. Actualmente coordina la Biblioteca Suzana Prates, del Centro de Estudios Interdisciplinarios Feministas (Ceifem) de la Udelar.

Nuñez Ansuas contó el proceso de la construcción de la Biblioteca Susana Prates, que comenzó como un espacio de referencia virtual con una pequeña colección adquirida desde el Ceifem y que recibió una donación del colectivo feminista Cotidiano Mujer de 3.000 títulos, y otra donación de ONU Mujeres, lo que las obligó a proyectarse como una biblioteca física. “Esto se transformó en un desafío profesional de procesar e intervenir sobre los descriptores, ver qué palabras usamos, cómo tematizar esas publicaciones, qué tenemos que decir sobre ellas”, destacó la licenciada.

La docente resaltó la importancia de sumar estos libros que están invisibilizados, “a veces porque no se describen de la forma adecuada o directamente porque no forman parte de las colecciones”, explicó. La bibliotecóloga citó al sociólogo y docente portugués Boaventura de Sousa en su concepto “epistemicidios”, para hacer referencia a que muchas veces se tiende a “matar el conocimiento que no es hegemónico o que no es general, y que los documentos que tratan sobre realidades de las minorías no integran las colecciones porque no tienen relevancia social o cultural”.  Además, resaltó que uno de los desafíos que tiene abordar la bibliotecología desde una perspectiva de género es darle lugar a esas colecciones. 

La bibliotecóloga hizo énfasis en la importancia reconocer que “hay proceso de lucha y construcción de memoria colectiva que han hecho los feminismos en Uruguay” en esos libros y archivadores que se han acumulado y movido desde hace varias décadas, y en ser conscientes de que “no estamos fundando nada nuevo”, sino que desde la academia estamos reforzando algo que ya existía.

Nuñez Ansuas sostuvo que la perspectiva de género está intrínseca en un deber ético de los y las licenciadas en Bibliotecología y que desde el feminismo se puede aportar en repensar las políticas de compras de las colecciones, basadas en la relevancia o la importancia histórica y cultural, y sumar otros indicadores como el de la equidad, la diversidad, la inclusión, y que estas políticas sean comunes a todos los servicios de la Universidad. Propone “implotar los tesauros” y pensar junto con otros y otras colegas ¿qué sesgos de género tienen?, ¿qué estamos ocultando en la forma de nombrar?. Agregó que para esto es necesario que la carrera de Bibliotecología cuente con formación en perspectiva de género.

Para finalizar, resaltó la importancia del trabajo en red entre bibliotecas, y también con el movimiento social y con las librerías especializadas. “La ética profesional es trabajar por derribar y desmantelar el patriarcado, que con sus voces y discursos hegemónicos colonizan nuestros espacios de trabajo”, dijo y aseguró que esto se debe hacer "de un modo feminista: cooperativo, participativo, interdisciplinario y no jerárquico”.

 

Stephanie Demirdjian es periodista y licenciada en Ciencias de la Comunicación. Desde hace siete años trabaja en el periódico la diaria, actualmente edita la sección Feminismos. Se especializa en temas de género, feminismos y diversidad. En 2019 y 2020, fue seleccionada por las embajadas de Francia y Estados Unidos como representante de Uruguay para participar de capacitaciones sobre igualdad de género y violencia de género –respectivamente– en ambos países.

Demirdjian contó que la sección Feminismos, se lanzó por primera vez el 8 marzo de 2018, en “un momento de efervescencia de los feminismos en el mundo, y particularmente en América Latina”, explicó. La periodista relató que surgió luego de un debate en la redacción en donde se evaluó la necesidad de contar con una sección especializada, con periodistas capacitadas sobre estos temas que pudieran hacer un seguimiento de las reivindicaciones, los reclamos y los cambios que empezaban a gestarse y que entendieran los fenómenos para poder explicarlos.

Esta sección especializada en género, derechos humanos y con perspectiva feminista contiene siete subcategorías: políticas de género; violencias; derechos sexuales y reproductivos; desigualdades; movimientos feministas; niñeces y adolescencia; y LGTBI+; cada una de estas temáticas se abordan tanto en lo local como en lo internacional.

La especialista resaltó que a veces derechos, como la anticoncepción, por las que podríamos pensar que “no hay que pelear”, pero que no están garantizados en todos los países. “El otro día dimos la noticia de que en Honduras se legalizó la pastilla de emergencia”, ejemplificó.

La licenciada resaltó que desde su perspectiva “la revolución que están proponiendo los feminismos hoy en día está en todos lados y también tiene que darse en las redacciones” y que le consta que su trabajo ha contribuido a poner en agenda algunas de estas temáticas. Demirdjian aseguró que “las periodistas feministas tenemos la responsabilidad de dar cuenta de esa revolución, pero también de ser parte”.

En cuanto a llevar la perspectiva de género a su espacio profesional, la licenciada aseguró que, además de tener responsabilidad sobre el contenido y en el abordaje de las noticias, las periodistas feministas también ocupan un rol en construir equidad en el ámbito laboral con otras personas. En su tarea, también está promover debates a la interna, y transversalizar la perspectiva a todas las secciones del diario. Entiende que es necesario tener el tiempo y la disposición para explicar decisiones, enfoques de temáticas, promover la diversificación de las fuentes, de los enfoques fotográficos, y sostiene que esta construcción se hace con paciencia porque no es algo que se da de un día para otro. 

Lo reconoce como “un trabajo de hormiga”, que a veces es muy frustrante, pero está convencida de que “cada discusión y cada enojo puede aportar”. Agregó, además, que ningún espacio está exento de desigualdades y que a veces la militancia “también tiene que ver con no quedarnos calladas ante situaciones que ponen en vulnerabilidad a nuestras compañeras”. 

Al cierre, las tres coincidieron en que la perspectiva de género no llegó desde sus estudios de grado, sino que apareció como una necesidad en su campo profesional. Celebraron la iniciativa de dar lugar al diálogo y al pienso colectivo.

Para culminar, las mujeres que asistieron a la conversación agradecieron profundamente las reflexiones y la decana de la FIC, Gladys Ceretta convocó a generar nuevas instancias para seguir trabajando en estas temáticas.