Un equipo de docentes de lenguas de la Facultad de Información y Comunicación (FIC) trabajó durante este año junto a colegas de otras disciplinas en el proyecto “Formación docente para promover la mejora del manejo estudiantil de la lengua oral y escrita. Cursos y niveles en la FIC”. Uno de los resultados es una página web que reúne descriptores de los niveles de lectura y escritura que se espera de los estudiantes de la FIC, algunos acuerdos pedagógicos y un conjunto de propuestas didácticas dirigidas a quienes enseñan en las diversas áreas del conocimiento que se cultivan en la Facultad.

imagen de LesFIC

Leer y escribir FIC. LesFIC” se trata de un proyecto para mejorar el nivel de lectura y escritura de los estudiantes de las licenciaturas en Archivología, Bibliotecología y Comunicación, llevado adelante por grupo de docentes de la Facultad durante 2020, que le permite a sus colegas tener en claro los niveles esperables por ciclo y proponer trabajos en clase acordes a los mismos.

En primera instancia se trató de una experiencia de reflexión conjunta entre docentes de diversas disciplinas focalizada en un objetivo común: que los estudiantes de la FIC sean mejores lectores y escritores. Posteriormente se desarrollaron una serie de descriptores para establecer explícitamente qué niveles de lectura y escritura se pueden esperar dentro del estudiantado de la FIC. Por último, se diseñaron materiales que pueden ser empleados en cualquier asignatura de la FIC, para trabajar en la mejora del uso de la lengua desde las propias disciplinas, y se sistematizaron algunas reflexiones y recomendaciones sobre la lengua escrita y su enseñanza que “esperamos que sean útiles a otros colegas” explicó la docente responsable del proyecto, Virginia Bertolotti.

El grupo de trabajo estuvo integrado por los docentes de la Sección Académica Lenguas y Estudios sobre el Lenguaje, Damián Díaz, Laura Musto y Lucía Arroyo; y por los docentes de otros departamentos de ambos institutos, Betania Núñez, Leticia Castro, Mónica Maronna, Sofía Ache y Yanet Fuster.

El estado de situación inicial para plantear este trabajo fue la dificultad en la formación lingüística que suelen presentar los estudiantes, lo cual en muchos casos obstaculiza su buen desempeño y el avance en las carreras, ya que “las dificultades en la comprensión e interpretación de los textos, para definir, para fundamentar la opinión, para sostener una argumentación y para organizar el discurso, incide de forma negativa en los resultados académicos” según se explica en la fundamentación del proyecto.

Para superar estas dificultades, la FIC ha apuntado desde su creación a la formación de los estudiantes mediante talleres de comprensión y expresión oral y escrita, al rediseño de los cursos de Lengua y de comprensión lectora en lenguas extranjeras, y a la realización de una prueba con cursos de comprensión lectora asociados a ella. Sin embargo, hasta ahora no se habían realizado actividades dirigidas a la formación de los docentes de la Facultad para transitar hacia un abordaje global del problema.

El resultado del trabajo se encuentra sistematizado en la página les.fic.edu.uy para que docentes de la FIC puedan acceder a más herramientas para enfrentar los problemas de la educación lingüística desde sus distintas actividades curriculares y especificidad disciplinar, y para que los equipos docentes cuenten con estrategias de trabajo que les permitan orientar mejor a los estudiantes en sus prácticas lingüísticas.

Bertolotti agregó que parte del espíritu de la propuesta es que quienes trabajen algunos aspectos de la lengua escrita “no sean solamente los docentes de lengua, sino también docentes de las otras asignaturas”. “Tuvimos mucho cuidado en que todas las propuestas pudieran ser hechas en el contexto de la enseñanza de la disciplina. O sea: que no sean actividades de enseñanza de lengua escrita por sí y ante sí, sino que sean necesariamente contextualizadas dentro de los cursos. Porque nos parece que la única posibilidad de que otros docentes se sumen a compartir las responsabilidades en la enseñanza de la lengua escrita, es que la trabajen en el marco de sus disciplinas. En síntesis, la idea es dar instrumentos para que se pueda enseñar tanto otras cosas que no son lengua, como apoyar a los estudiantes en ser mejores lectores y escritores”, detalló la responsable.