La equidad de género busca reparar los desbalances existentes entre varones y mujeres, equiparando a todas las personas a través de un conjunto de acciones que actúan en el punto de partida de las inequidades, en las trayectorias de vida y en los resultados. Es entonces un medio o instrumento para lograr la igualdad de oportunidades, de trato y de ejercicio pleno y efectivo de los derechos de mujeres y varones. En esta línea el Modelo de Calidad con Equidad de Género (MCEG) es una política que busca identificar las brechas de género en el ámbito laboral e implementar acciones con miras a su eliminación y así lograr la equidad.

Comité de calidad con equidad de género sesionando

En el día de hoy sesionó por primera vez el Comité de Calidad con Equidad de Género de la Facultad que estará a cargo de implementar el Modelo de Calidad con Equidad de Género en la FIC.

El Comité está integrado por los/as siguientes representantes: Chiara Leggiadro (orden estudiantil), Lucía Milans (orden de egresados), Sabrina Martí­nez (orden docente), Flavia Figari e Inés Cárdenas representando a los funcionarios y funcionarias, Felipe Rebellato (Recursos Humanos), Mercedes Altuna como representante de decanato y Ángel Cardozo y Andrés D´Avenia por la Unidad de Comunicación.

La sesión estuvo presidida por unas palabras de la Decana Dra. Gladys Ceretta y luego Maria Victoria Espasandin, coordinadora de la Comisión Central Abierta de Equidad de Género de la Udelar presentó junto a Andreina Moreira, también integrante de la Comisión Central, las características generales del modelo y los distintos niveles de la certificación.

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El Modelo de Calidad con Equidad de Género es un programa que se ubica institucionalmente dentro de una política pública dirigida al ámbito laboral, llevada adelante por la División de Políticas Transversales y Empoderamiento. El Modelo surge en el año 2008 como una iniciativa conjunta entre el INMUJERES-MIDES, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), y con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM, actual ONU Mujeres), y la asesoría del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU).

El MCEG es una guía que establece un conjunto de requisitos cuyo cumplimiento permite desarrollar progresivamente estructuras de trabajo más justas y eficaces, desde un enfoque de igualdad de género. Inspirado en la estructura de la normalización técnica internacional (en particular las normas ISO 9000 de gestión de calidad y la norma de responsabilidad social empresarial SA 8000), el MCEG constituye una suerte de “estándar de igualdad de género” en el ámbito laboral, evaluable por INMUJERES.

El Modelo se estructura a través de cuatro niveles: compromiso, implementación, mejora y sostenibilidad. Cada uno de los cuales prevé acciones a cumplir que van aumentando su grado de exigencia conforme se avanza en el proceso de implementación. La lógica consiste en intervenir sistemáticamente a lo largo de los niveles en los ejes temáticos, sosteniendo lo realizado e incorporando acciones que permitan avanzar hacia la igualdad de género. Actualmente, son muchos los servicios que tienen adhesión al Modelo y se encuentran en distintos avances del proceso. La Facultad de Ciencias Económicas y de Administración y la Facultad de Ciencias Sociales certificaron en 2017 al Nivel 1.

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En junio del año pasado nuestra Facultad avaló su adhesión entendiendo que es un tema necesario. La inauguración de este comité es entonces para un compromiso institucional enmarcado en un compromiso global que hace la Udelar. Tenerlo instalado implica para nosotros no solamente comenzar con la aplicación del Modelo sino habilitar un espacio para discutir esta agenda de forma colectiva y abrir la posibilidad de intercambiar sobre estos temas.

Más allá del marco normativo, las transformaciones necesarias para lograr la equidad de género requieren de un cambio cultural donde la comunicación y la información son vitales para transformar hábitos y formas de pensar. Es en ese sentido que además de un cambio dentro de nuestra propia institución, en nuestros procedimientos, normativa y cultura institucional, sensibilizar a nuestros colectivo en esta perspectiva tiene también una repercusión en la formación de profesionales más conscientes y por lo tanto más amplia dentro de la Sociedad en su conjunto.