Tanto la investigación como la extensión han avanzado notoriamente desde la creación de la FIC como Facultad y continúan potenciándose. Para que estas dos funciones universitarias se desarrollen aún más existe la necesidad de trabajar sobre algunos desafíos como promover la investigación estudiantil y la extensión en todos sus niveles.

Investigación y extensión: ¿las funciones más relegadas?

La actividad de investigación en la FIC aumentó significativamente desde su origen hasta hoy. Hay más grupos de investigación, más docentes en Régimen de Dedicación Total, con cargos más altos (lo que implica más horas dedicadas a investigar) y un número mayor de docentes con posgrados realizados o en curso.

Las cifras del Informe de autoevaluación institucional hablan por sí mismas: la FIC pasó de contar con 13 docentes en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) a 22 y casi multiplicó por tres la cantidad de las y los profesores con posgrados culminados (pasando de 14 maestrías completas en 2013 a 44 en 2019 y de 11 doctorados completos a 28 para el mismo periodo). Los docentes en Régimen de Dedicación Total se multiplicaron por tres en menos de una década, pasando de siete en 2013 a 21 en 2019.

También creció la cantidad de grupos de investigación con presencia de docentes de la FIC (74 participantes), así como la cantidad de docentes del servicio involucrados en diferentes actividades de investigación. Un informe actualizado de 2020 registra un total de 47 grupos activos, resume el Informe. 

Uno de los indicadores de crecimiento de esta dimensión es que la FIC recibe anualmente recursos para la financiación de proyectos de investigación aprobados a nivel central  (CSIC- Espacio Interdisciplinario). Si bien no se cuenta con los datos sistematizados de los proyectos financiados, todos los años gran cantidad de docentes se presentan a estos llamados y reciben financiamiento. En cuanto al resultado de esas investigaciones, la FIC cuenta con un total de 1816 publicaciones reportadas entre 2009 y 2017, en las que participaron un total de 148 docentes. Gran parte de esta información surge del libro “La investigación en la Facultad de Información y Comunicación, un análisis de su producción académica”, clic aquí

La Facultad cuenta con una Comisión Académica de Investigación (CAI) cuyo objetivo es definir políticas y acciones para desarrollar esta función, también con un área de Apoyo a la Investigación (API) que integra la Estructura de Apoyo a las Funciones Universitarias y se ocupa de gestionar y promover el desarrollo de la investigación estudiantil o docente, además de apoyar a la CAI.

El desafío en esta función universitaria es promover la investigación estudiantil. Entre 2013 y 2018 se registraron apenas 22 proyectos en la convocatoria central de Proyectos de Apoyo a la Investigación Estudiantil de CSIC (PAIE), según indica el informe. Lo que sí existe actualmente a nivel estudiantil son los Espacios de Formación Integral (EFI), en los que se aborda tanto la investigación como la extensión. 

El contacto con el afuera

La extensión y las actividades en el medio se han desarrollado como función universitaria desde que se creó la FIC, sobre todo a nivel de grado. Y eso se refleja en el aumento sostenido de experiencias de este tipo -a nivel curricular y a través de proyectos- que a lo largo de estos años fueron consolidando sus procesos.

En la propuesta de creación de la FIC presentada en 2013 se registraba un promedio de 10 EFI por año entre 2010 y 2012, en tanto entre 2013 y 2019 el promedio subió a 14. Este crecimiento en la cantidad de experiencias que involucran a estudiantes y docentes fue acompañado de una profundización de los vínculos con los actores sociales con los que se trabaja, se ampliaron las temáticas abordadas a partir de las necesidades del contexto y se articuló con otras disciplinas. 

En este marco, existe actualmente la Unidad de Desarrollo de la Extensión y Actividades en el Medio (UDEA), además de una comisión cogobernada de extensión que en el último tiempo buscó tener un rol protagónico en lo que respecta a las políticas de extensión de la FIC. También se ha hecho un importante trabajo por sistematizar la información existente, publicando un libro (“Tejer la Red. Experiencias de extensión desde los servicios universitarios 2008-2018”, clic aquí) y otro en elaboración. 

El primer gran desafío es posicionar a la extensión como la importante función universitaria que es. Por otra parte, actualmente los recursos financieros destinados a la UDEA así como el apoyo económico para el desarrollo de los EFI provienen casi en exclusividad de fondos centrales de la Udelar, por lo que la segunda aspiración es caminar hacia la autonomía de recursos y poder financiarlos desde la FIC.