Las formas que hoy tienen las mujeres de expresar sus libertades, opresiones, emociones e intimidad, la doble vulneración que sufren las mujeres lesbianas por su género y orientación sexual, y los patrones que siguen dominando nuestra sociedad, fueron algunos de los temas que estudiantes de la Licenciatura en Comunicación eligieron trabajar libremente en la unidad curricular Imagen II.

Fotografía de la serie “Mujeres” de Stefanía Priario

Quienes estudian en la Facultad de Información y Comunicación pueden acercarse a las cuestiones vinculadas al género a través de algunas propuestas académicas. Una de ellas es la unidad curricular optativa Comunicación y Género que de forma explícita aborda este cruce, y otra fue, por la vía de los hechos, el curso Imagen II que en el segundo semestre de 2018 estuvo a cargo de la docente Liliana Molero, Martin Cerchiari, Martín Ribeiro y Azucena Vizcarra.

Para la aprobación de esta unidad curricular, se le propuso a las y los estudiantes que desarrollaran “un trabajo fotográfico sobre el tema que más les interesara, el cual definían libremente” explicó Molero. Se presentaron 36 trabajos con “mucha variedad temática” entre los cuales algunos abordaban explícitamente temáticas vinculadas a las mujeres o tenían una clara perspectiva de género.

A continuación compartimos tres de ellos, realizados por estudiantes de Comunicación en los ciclos de profundización y graduación.

“Mujeres” de Stefanía Priario

El objetivo inicial era trabajar sobre “la opresión hacia las mujeres, sus emociones y sentimientos más íntimos. Pero en la devolución del avance del proyecto, sentí que no estaba logrando transmitir lo que quería, por lo que tuve que reinventar mi idea. Continué sacando fotos pensando en la idea de que quería trabajar con mujeres, y en ese transcurso descubrí sus formas de expresión, sus libertades, sus opresiones, sus emociones, su intimidad” relata Priario en la memoria de su trabajo.

Interrogada acerca de por qué eligió trabajar con y sobre las mujeres, ella asegura que en primer término se trató de “una certeza” porque las mujeres “en todo su universo, me resultan fascinantes”. “Trabajar con ellas, retratarlas, fue un viaje de conexión en donde las descubrí y me descubrí. Develamos un lenguaje cargado de fuerza que vive en la libertad del cuerpo y el alma. En sus pieles… mantos que cubren mapas de historias y latidos que esconden un poder inexorable que no vuelve a dar un paso atrás”. Pero la estudiante va más allá de las fotografías: “Lo mejor de todo es que este camino solo nos lleva a refundarnos”.

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“Enredados en el laberinto” de Camila Méndez

Partiendo del minotauro, el monstruo de la mitología griega con cuerpo de hombre y cabeza de toro, Méndez estructuró su trabajo en dos capítulos: el primero dedicado a una pareja de varones y el segundo a una de mujeres. La principal motivación fue romper con las limitaciones y los “laberintos” en los cuales la sociedad contemporánea suele meterse al establecer la noción del “diferente” en su normatividad. Para enfrentar este problema, la estudiante intentó “aliarse con el momento de transición” y la “conquista de derechos” que hoy tiene la población lesbiana, gay, trans y bisexual (LGTB).

Consultada acerca de qué podemos hacer para salir del "laberinto" que plantea respecto a las mujeres lesbianas, Méndez señaló que “la coyuntura con la que conviven las mujeres lesbianas resulta compleja, ya que forman parte de dos sectores de la población que han sido vulnerados históricamente. No sólo se ejerce sobre ellas fuerzas opresoras por el hecho de ser mujer; sino por el pertenecer a la comunidad LGBTIQ+, lo que añade el factor del ocultamiento. Como estudiosos en el área de Comunicación, es nuestro deber revolucionar este sistema hegemónico, brindando una adecuada visibilización, libre de estigmas. Hay que contribuir a la transformación de la representación de los ‘minotauros’. Es necesario dejar de verlos como bestias que amenazan lo normativo o como un estereotipo. Para poder derrumbar el laberinto invisible que se ha construido con el pasar de los siglos, hay que tratarlos con naturalidad”.

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“Patrones” de Stefany D’Angelo

El punto de partida de este trabajo fueron las mujeres de la familia y el intento por fotografiar “los rasgos típicamente femeninos que comparten, la delicadeza de las manos, cuestiones vinculadas al hogar”. Acciones o actitudes que fueran “de mujer”. El resultado fue “la frustración” porque “no me fue posible establecer cuestiones femeninas que retratar” concluyó D’Angelo. Acto seguido, la estudiante siguió buscando hasta que encontró una variante para trabajar: mostrar mujeres como construcciones culturales y no a partir de su condición biológica. Desde allí reflexionó además sobre la búsqueda de la identidad.

¿Por qué trabajar esta temática? “A lo largo de mi vida he estado rodeada de mujeres y necesitaba encontrar aquellas cosas que nos hacían familia, que nos unían y nos volvían semejantes, más allá de los lazos de sangre. En esa búsqueda me quedé bloqueada, y luego de intercambiar ideas con los docentes, luego de buscar material de algunas aristas que abordaban el género como eje central de su obra, hallé algo que decir. Es infelizmente increíble, que en pleno siglo XXI se siga manteniendo la discusión sobre cuáles son aquellas cosas que nos ‘hacen mujeres’. Me parece necesario que cuestionemos cada vez más este tipo de ideas, que tan arraigadas están socialmente y que tanto mal nos hacen. Hay que forjar un futuro sin estereotipos, más libre y equitativo para todo”.

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