El 20 de mayo la Udea presentará en la FIC una investigación sobre las experiencias de extensión e integralidad realizadas entre 2018 y 2021. Para conocer los detalles sobre sus resultados conversamos con Romina Verrua y Federico Pritsch, docentes de la Facultad y coordinadores de la publicación.

Fotografía. En un salón, un grupo de personas trabajan en torno a un papelógrafo apoyado en el piso. Algunas están paradas, otras sentadas en el suelo y otras de rodillas. Algunas tienen marcadores y escriben en el papel.

¿Qué tipo de extensión se hace en la FIC?, ¿cómo viven las prácticas las y los estudiantes y qué piensan? Estas son algunas de las preguntas que responde una investigación reciente de la Unidad de Desarrollo de la Extensión y Actividades en el Medio (Udea) que se presentará el 20 de mayo en las IV Jornadas Académicas de Extensión e Integralidad de la Facultad de Información y Comunicación (FIC).

La extensión en la FIC desde la perspectiva estudiantil es el título de la publicación coordinada por los docentes Romina Verrua y Federico Pritsch, resultado de un estudio que comprende las prácticas realizadas en la Facultad entre 2018 y 2021.

Los autores buscaron la mirada de los estudiantes porque la perspectiva de los docentes ya había sido explorada en investigaciones anteriores. La idea responde  también a una preocupación del momento sobre cierto desconocimiento de esta función universitaria entre el estudiantado, señaló Verrua a la Unidad de Comunicación. “Creemos que ahora sucede menos que antes, pero los estudiantes llegan muchas veces al final de la carrera, se topan con que tienen que hacer extensión y no saben por dónde arrancar”.

 

Unidad de Comunicación (UC): Cuando se consulta a los estudiantes por sus motivaciones para hacer extensión, un 45% señala los créditos exigidos y casi el 19% la obligatoriedad de hacer extensión. ¿Qué puede significar este dato para la problematización de las prácticas de extensión?

Federico Pritsch (FP): Si bien se mencionan otra cantidad de motivaciones que están mejor posicionadas, la extensión no deja de ser para los estudiantes un requisito que tienen que cumplir. Respecto a 15 años atrás, esto significa quizás un cambio en cómo concebir la extensión, que está mucho más instituida dentro de los planes de estudios. Antes era algo mucho más instituyente y muchas veces partía de una demanda de los propios estudiantes. Esto, obviamente, a veces no genera el mismo sentido de pertenencia, pero en muchos casos es un descubrimiento. Y siempre se generan tensiones, en la medida en que la extensión deja de ser un espacio en el que participan pocos estudiantes, que están más metidos en el cogobierno, desde un compromiso social.

Romina Verrua (RV): También es la doble cara de incluir la extensión en la currícula. Pienso que quizás ahora estamos frente a un momento bisagra. Hace pocos meses la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUU) convocó a las unidades de extensión de toda la Udelar a dialogar. Es algo que, por lo menos en mi experiencia desde que estoy en la Unidad, no había estado presente, y quizás nos da pistas de nuevos rumbos que tenga que tomar la extensión, a lo mejor un poco más en diálogo con esos orígenes, de un incentivo, de una motivación estudiantil más que curricular.

UC: ¿Falta formación teórica en extensión? Que es una de las cosas que se desliza en la investigación…

FP: Sí, yo creo que hay una necesidad siempre de poder enmarcar una práctica de extensión dentro de la historicidad que implica esta función universitaria y de sus lineamientos éticos y políticos. Lo que pasa es que no funciona partir de la teoría para después llevar a la práctica. Quizás es más importante ir poniendo esos elementos en el proceso. Porque la experiencia es diferente a cuando uno tiene un curso, con un programa, en un lugar definido. Se parte de ciertas premisas y de ciertas líneas a trabajar y a partir de ahí hay que buscarle la vuelta. Y no es que el docente tiene la respuesta y la oculta, sino que tiene las mismas preguntas que los estudiantes y se va construyendo de forma conjunta. Y eso en el proceso a veces genera algunos malestares. El docente tiene que poder acompañar para que tampoco se quiebre la grupalidad. Pero el proceso también implica pasar por ciertos momentos de crisis y tensión. Después, encontrar la vuelta de forma conjunta es una experiencia muy enriquecedora y que queda muchas veces en la memoria del estudiantado como un hito dentro de la carrera, que generó algo diferente a otras propuestas.

Un “oasis” en medio de una pandemia

La pandemia de covid-19, que transcurrió en parte del período analizado, generó impactos en las prácticas de extensión que desde la mirada de los estudiantes se recogen en la investigación de la Udea. 

Sobre este tema hay dos datos interesantes, rescató Pritsch. “Uno es que en la pandemia hubo un aumento muy importante de propuestas de extensión, que en algunos casos fueron propuestas que se adaptaron a la virtualidad, que han tenido contadas experiencias presenciales, pero en otros casos también han sido para casi una generación que transitó la mitad de la carrera en la pandemia los únicos espacios que han mantenido la presencialidad en esos años. Entonces hay algunos comentarios en ese sentido de estudiantes que dicen que fue una especie de oasis dentro de dos años de virtualidad”

UC: ¿Qué esperan que pase con este trabajo?¿Abre líneas de investigación?

RV: Me parece que una línea que se abre tiene que ver con ir mirando cómo perciben y cómo viven la experiencia de trabajo conjunto las distintas partes involucradas. Podemos pensar que hay un cuarto actor que son egresadas y egresados pero por lo menos en el caso de FIC no hay tantas experiencias donde están involucrados. Sí docentes, estudiantes y actores sociales, creemos que la pata que nos falta es de actores sociales, que es cómo acercarnos más a conocer que les pasa a esos otros no universitarios cuando trabajan con nosotras y nosotros de la FIC.

Lo otro que intuíamos y que también encontramos en esta investigación es que hay mucha confusión por parte de estudiantes entre qué es la extensión y qué son las prácticas preprofesionales.

Entendemos también que es algo que seguramente sucede con los docentes, que en algunos casos no hay una problematización o no hay una pregunta de qué diferencia una cosa de otra, entonces creemos que eso es como “un guante a tomar” y a continuar trabajando en ponernos de acuerdo en cuanto a los límites.

 

La presentación del libro La extensión en la FIC desde la perspectiva estudiantil (2018 - 2021) coordinado por Romina Verrua y Federico Pritsch se realizará el 20 de mayo a las 14.30 en el hall de la Facultad como parte de las IV Jornadas Académicas de Extensión e Integralidad.

 

Entrevista completa

 

 

*Fotografía: Enzo Correa, estudiante del EFI Laboratorio de Proyectos de Extensión.

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