A la luz de los anuncios de recortes a los presupuestos nacionales destinados a la investigación científica, consultamos a integrantes de la FIC sobre el alcance y el impacto de estas medidas en los proyectos existentes y en el avance de proyectos en desarrollo, en particular en lo que refiere al acceso a información científica. 

Diseño con imágenes de libros y personas con tablets y celulares sentadas en una biblioteca

La investigación científica dispone sus hallazgos en revistas especializadas, de esta forma los conocimientos generados pueden ser compartidos y revisados por la comunidad científica. Así es que el conocimiento se construye a partir de lo que ya se sabe internándose en lo que aún no se conoce. 

Las revistas arbitradas por pares son una herramienta que garantiza la calidad de los contenidos ya que los artículos son sometidos al estudio de otros expertos en el área antes de publicarse, a través de un proceso que garantiza la confiabilidad de los contenidos.

Algunas de estas revistas son de acceso abierto como es el caso de Informatio, la revista del Instituto de Información de la FIC, y otras son producidas por editoriales que cobran por su acceso, como algunas de las que ocupan lugares destacados en los estudios bibliométricos.

Para hacer ciencia, entonces, es necesario acceder a las publicaciones científicas con un costo asociado. El Portal Timbó, de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) permite el acceso a gran cantidad de revistas arbitradas a través de un convenio con editoriales.

Invitamos a reflexionar a docentes de la FIC, sobre estos asuntos y la trascendencia que tiene para la investigación científica el acceso a estos recursos. 

 

Portal Timbó

La investigación científica se sustenta en la consulta permanente a investigaciones precedentes, que dan marco conceptual y metodológico, y fundamento al propio trabajo. Para el desarrollo de la investigación es un requisito excluyente la consulta de la bibliografía que se ha publicado sobre el tema, con el fin de tomar ideas, refutarlas, desarrollar nuevos enfoques, fundamentar la pertinencia de lo que se piensa hacer y su originalidad, discutir los resultados propios en base a los hallazgos de otros. En suma, sin acceso a la literatura científica no hay investigación científica posible. 

Los docentes consultados explicaron qué es el portal Timbó y qué beneficios aporta. Se trata de una plataforma que brinda acceso gratuito a un conjunto de fuentes de información científica de todo el mundo, actualizados, validados y que resultan materia prima para el desarrollo de la actividad de investigación. para toda la población de Uruguay, con el único requisito de registrarse. Una vez que fue implementado abrió una enorme perspectiva a docentes, investigadores, profesionales y estudiantes.

Ha permitido tener acceso a colecciones que de otra forma no podrían consultarse, haciendo posible contar con información confiable, actual y en forma rápida y gratuita, cualidades que hoy en día son necesarias para la generación de conocimiento de calidad y en el ejercicio de las funciones universitarias. 

Además, estos recursos de información son utilizados por estudiantes de grado y de posgrado que necesitan acceder a este conocimiento registrado en forma ágil y sin costes para avanzar en su proceso de formación.

Para Paulina Szafran, profesora agregada con dedicación total del Departamento de Información y Sociedad. Instituto de Información, el portal es de suma importancia. Compartió una anécdota personal para ilustrar su opinión. “Hace unos años, antes de que existiera este portal, en el proceso de revisión de un artículo que envié a una revista arbitrada, se me sugirió ampliar un aspecto del marco teórico con la producción del área disponible en una base de datos del área. Desde nuestro país no tenía acceso así que recurrí a un colega del exterior quien realizó la búsqueda y me compartió los artículos seleccionados. Si no hubiera contado con ese apoyo nunca hubiera podido publicar ese artículo. A partir de la existencia de Timbó se garantizó este acceso, promoviendo la igualdad de oportunidades y democratizando el conocimiento. Quiero destacar el paso que se produjo con la definición política de permitir el acceso a Timbó a todos los uruguayos y no solo a quienes estamos vinculados al ámbito académico. Este beneficio pude corroborarlo en el ejercicio profesional, como bibliotecóloga, al brindar servicios de Alfabetización Informacional desde la biblioteca en la que trabajaba, realizando tareas formativas con estudiantes y docentes de educación secundaria, corroborando la mejora cualitativa que implicó el acceso a un amplio abanico de fuentes de información y la incorporación del hábito de su uso”.

Sobre el valor que tienen los recursos del portal para hacer investigación, Natalia Aguirre, profesora adjunta del Departamento Tratamiento y Transferencia de Información del Instituto de Información, sostuvo: “La comunicación de la ciencia actualmente se encuentra centralizada en manos de grandes oligopolios editoriales que venden el acceso a los contenidos que los/as investigadores/as de todo el planeta aportan en forma de trabajos científicos y también revisando y validando los aportes de colegas. Esta labor de la comunidad académica se realiza en forma honoraria sin otra retribución más que el prestigio de publicar o ser revisor/a en ciertas fuentes (revistas, congresos, series) internacionales de corriente principal y de alto impacto, por ser muy consultadas y citadas. El acceso a la literatura publicada por estos oligopolios es sumamente costoso, acceder a descargar un artículo puede costar (dependiendo de la revista y del área) 30 o 40 dólares. Nuestros/as investigadores/as necesitan decenas de artículos para mantenerse actualizados/as y en diálogo con la comunidad académica internacional en forma permanente. Es impensable costear individualmente este acceso. El valor de Timbó radica justamente en posibilitar el acceso gratuito a un amplio (no a todo) conjunto de recursos de información científica de calidad y permitir a nuestra comunidad académica acceder a la materia prima para desarrollar su trabajo.

En este sentido, para Szafran, la generación de conocimiento, que es la base de la investigación, “requiere un profundo conocimiento del estado del arte de un área determinada. Esto solo se consigue contando con las herramientas que permiten el acceso a su producción. A su vez, tiene un enorme valor para visibilizar la producción nacional y una importancia trascendente en investigaciones que se sustentan en la realidad del Uruguay. Cualquier país que efectivamente apueste por el desarrollo científico nacional debe invertir en este tipo de recursos, de lo contrario, queda rezagado en el competitivo mundo de la producción académica”.

 

El impacto de las modificaciones del Plan Operativo 2021 de la ANII

Sobre el impacto que tendrán las modificaciones del plan aprobado por la ANII para este año, Paulina Szafran sostuvo: “De acuerdo a lo expresado anteriormente es claro el impacto negativo, pero cabe también señalar que este impacto sería mayor si tomamos en cuenta que no sería posible acceder a un importante número de materiales de aquí en más”.

Por su parte, Natalia Aguirre Ligüera, también acordó que será negativo. “No es posible desarrollar investigación de calidad sin el acceso al conocimiento registrado. Pero además los recortes llegan más allá: reducciones cruentas en las becas de posgrado y para realizar las estancias posdoctorales, fundamentales para la formación de recursos humanos calificados que hagan ciencia de calidad; y restricciones severas en fondos para proyectos, que redundan en la imposibilidad de investigar. Es un panorama desalentador y muy preocupante porque implica un retroceso enorme para la ciencia nacional, que se encontraba aún lejos de las condiciones óptimas para avanzar en agendas de investigación acordes a las demandas de la sociedad. Con estas políticas de cercenamiento al presupuesto de la ANII y con el escaso presupuesto asignado a la Universidad de la República (responsable de prácticamente el 75% de la investigación nacional) y de la educación pública en general, se asistirá a un estancamiento e involución de la actividad académica nacional en general y de la investigación en particular. Sin investigación no hay desarrollo y sin desarrollo no hay posibilidades de avances significativos en las condiciones de vida de todas las personas que habitamos este país”.

Particularmente, desde las perspectivas de las Ciencias de la Información, Szafran sostuvo que “la pérdida se siente desde distintas perspectivas. Por un lado, desde la FIC, como servicio universitario referente en la temática, afecta directamente la investigación y enseñanza en el área. En mi calidad de docente tengo actuación en una unidad curricular del primer semestre de la carrera y ya desde ese ámbito se promueve el uso de Timbó por parte de los estudiantes, no solo para la unidad curricular, sino para toda su etapa formativa y también en el ejercicio profesional. En este punto es necesario destacar que los bibliotecólogos, en tanto mediadores de información, son los profesionales aptos para capacitar en la búsqueda y recuperación de información registrada y la pérdida de Timbó afecta una enorme cantidad de servicios que hace tiempo funcionan en bibliotecas de distinto tipo”.

Sobre este mismo asunto, Aguirre agregó: ”Los recortes desde nuestra perspectiva como científicos de la información son alarmantes, como ya expresamos. En cuanto al desarrollo de nuestra línea de investigación, en particular, no solo hay un conjunto sustancioso de fuentes primarias (revistas, monografías, entre otros) a las que no podemos acceder, sino también a fuentes secundarias que son las que compilan datos sobre las publicaciones a nivel mundial. Dejar de tener acceso a la base de datos Scopus, que es una de las principales fuentes bibliográficas para estudios bibliométricos, nos impide continuar desarrollando nuestros estudios sobre regularidades, tendencias y evolución de la producción científica nacional en las distintas áreas de conocimiento”.

Magela Cabrera, profesora adjunta del Departamento Fuentes Documentales, Recursos y Servicios de Información, sostuvo: “Los profesionales de la información muchas veces tenemos un rol de mediadores entre los investigadores y los recursos de información que éstos requieren para poder desarrollar sus investigaciones.. ”.

En el mismo sentido, Stella Infante, profesora adjunta del Departamento de Tratamiento y Transferencia de Información y Fabián Hernández, profesor adjunto del Departamento Fuentes Documentales, Recursos y Servicios de Información, destacaron que “los profesionales de la información muchas veces tenemos un rol de mediadores entre los investigadores y los recursos de información que éstos requieren para poder desarrollar sus investigaciones. El portal Timbó se ha convertido en uno de los principales aliados para poder cumplir con este rol, perderlo implica la pérdida de acceso a muchísimo material, pero también implica la pérdida de una herramienta que es un diferencial hoy en día para el trabajo profesional de los bibliotecólogos. 

 

Aportes de los profesionales de la Información en la planificación de políticas públicas de este tipo

Por su parte, Natalia Aguirre destacó el aporte de los profesionales en la elaboración de políticas de promoción de la investigación, quienes colaboran con la comunidad investigadora y las instituciones en la consolidación de buenas prácticas de publicación; promocionan y difunden el acceso abierto al conocimiento científico registrado, sensibilizando a la comunidad y a las autoridades sobre este tema; desarrollan servicios y productos que apuntan a mejorar el acceso y el resguardo del conocimiento producido, así como colaboran en el proceso de publicación. “Los profesionales de la información conocen a los usuarios especializados y las fuentes de información que consumen, pueden aportar al proceso de selección y priorización de las fuentes de información más relevantes para cada área o disciplina. Sin embargo, los grandes oligopolios editoriales, que establecen cifras millonarias para el acceso a “paquetes” de revistas, suelen dejar escaso margen para la negociación”.

Para Szafran, “ya hay profesionales actuando en estas áreas y siempre es posible ampliar esta línea en tanto en el perfil profesional se consigna la promoción de políticas públicas. En su rol mediador es sin lugar a dudas un profesional que puede trasladar las mejoras e impulsos que este tipo de recursos requiera a partir del conocimiento del comportamiento de los usuarios con la información”.

En opinión de Stella Infante y Fabián Hernández, “la planificación y propuestas de políticas públicas en este tema (y en todos) requiere de la participación de diversos actores. Los profesionales de la información pueden aportar en este tema una mirada desde la valoración y evaluación de los recursos de información que pueden resultar más convenientes para la comunidad académica y científica. Esta premisa se sustenta en años de trabajo colaborativo entre profesionales de la información y especialistas de todas las ramas del conocimiento”.

 

*La Unidad de Comunicación de la FIC agradece la colaboración de las y los docentes Natalia Aguirre Ligüera, Magela Cabrera, Fabián Hernández, Stella Infante y Paulina Szafran para realizar esta noticia.