En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres entrevistamos a Susana Tomé, asistenta académica del decanato de la FIC para los asuntos de género y diversidad. Conversamos sobre la importancia de esta fecha y repasamos las herramientas institucionales destinadas a prevenir y erradicar la violencia basada en género (VBG).

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¿Por qué es necesario que exista un Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y que lo recordemos en la FIC?

Creo que es importante recalcar que cuando hablamos de violencia de género, estamos hablando de la vulneración de derechos de una parte importante de la sociedad como son las mujeres. La necesidad de la existencia de este día se debe a que ayuda a visibilizar un fenómeno como es la violencia hacia las mujeres que tiene larga data y que hasta hace muy pocos años permanecía invisibilizado y como una cuestión privada. Con los años, los feminismos han puesto en agenda este tema logrando avances tanto a nivel internacional como nacional en muchos países. En Uruguay, por ejemplo, en el año 2017 se aprobó la Ley de violencia hacia las mujeres basada en género (Ley 19.580) que tiene como objetivo garantizar una vida libre de violencia a las mujeres y que define hasta 18 violencias diferentes. La conmemoración de estos días, tanto en la FIC como en la sociedad toda, ayuda a poner en agenda dichos temas y que se hable de ellos, es decir, una herramienta de sensibilización.

 

¿Qué herramientas encontramos en la FIC y en la Universidad de la República (Udelar) para prevenir y erradicar la VBG?

Las herramientas con las que cuenta la Facultad y la Udelar se han ido incrementando en los últimos años. A nivel central, a finales de 2020 el CDC aprobó la "Ordenanza de actuación ante situaciones de violencia, acoso y discriminación", donde se contemplan los procedimientos a seguir ante dichas situaciones para preservar el derecho al estudio y trabajo libres de estos comportamientos en la Udelar. En ese mismo año y en el marco de la Ordenanza, se conformó la Unidad Central sobre Violencia, Acoso y Discriminación (UCVAD), que atiende consultas y asesora, así como recepciona y tramita denuncias.

Un año después, se realizó la primera encuesta de prevalencia sobre violencias, acoso y discriminación en la Udelar, que ayuda a cuantificar a la interna de la institución este fenómeno. Los datos son un insumo imprescindible no sólo para visibilizarlo, sino también para ajustar las herramientas ya existentes a las necesidades de las distintas poblaciones que conforman la universidad (estudiantes, funcionaria/os TAS y docentes).

En cuanto a la FIC, el año pasado, el Consejo aprobó las “Pautas para la recepción, orientación y derivación ante situaciones de violencia, acoso y discriminación en el ámbito laboral y educativo”, que siguiendo la Ordenanza determina el accionar ante situaciones de violencia, acoso y discriminación que se den entre personas vinculadas a la institución. Asimismo, cuenta con dos referentes que asesoran y hacen seguimiento de los casos en estrecha relación con la UCVAD.

 

¿Por qué la capacitación es importante para enfrentar estos asuntos?

La capacitación y sensibilización son imprescindibles cuando hablamos de un cambio cultural, que en definitiva es a lo que nos estamos enfrentando cuando hablamos de violencia de género. Como todo cambio social, va a llevar tiempo, pero existen mecanismos que pueden acelerar estos procesos. Uno de ellos es la implementación del Modelo de Calidad con Equidad, que la Facultad está transitando desde 2018, logrando la certificación el año pasado en el Nivel I. En el 2023 está previsto certificar en el Nivel II, donde hay una fuerte impronta en la capacitación de género, así como en VBG. Este proceso lo está liderando la Comisión de Género y Diversidades, pero va a necesitar de la participación de toda la comunidad FIC para que la institución siga su camino para conformar un servicio más equitativo para las mujeres, varones y disidencias.