El 11 de julio el Consejo de la Facultad de Información y Comunicación (FIC) designó a Fernando Andacht como el nuevo director del Instituto de Comunicación (IC), para suceder a Daniel Ottado, al frente desde mayo de 2017. Al término de este mes de transición entrevistamos a ambos docentes sobre la actualidad y las proyecciones del Instituto.

 

Retratos de Daniel Ottado y Fernando Andacht

 

El IC fue creado en 2013, como parte de la conformación de la FIC, para ocuparse de todas las actividades de enseñanza, investigación y extensión anteriormente realizadas por la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación (Liccom). Es conducido por una Comisión de Instituto integrada por representantes de los tres órdenes y un director, que tienen el cometido de asesorar al Consejo de la Facultad en todos los temas referidos a sus ámbitos de competencia.

Para conversar acerca de los últimos dos años del Instituto, de su presente y de su futuro, entrevistamos al director saliente, el profesor adjunto de la Sección Académica Comunicación Organizacional Daniel Ottado, y al nuevo director, el profesor titular del Departamento de Teoría y Metodología, Fernando Andacht.

 

 

Daniel Ottado, director del IC del 30 de mayo de 2017 al 11 de julio de 2019.

 

¿Qué balance general hace de estos dos años en la Dirección del IC?

Considero que fueron dos años muy positivos a nivel personal e institucional. A nivel personal porque este desafío y responsabilidad implicó un aprendizaje muy grande en materia de gestión universitaria. Del mismo modo, fue una oportunidad para aportar mi conocimiento adquirido en formación y experiencia laboral de gestión y comunicación organizacional y un placer de poder colaborar con esta nuestra casa de estudios con la cual estoy profundamente comprometido.

En lo institucional, fueron dos años de avance en la consolidación como Facultad, tanto en lo que refiere al desarrollo del Instituto en lo administrativo y académico, como en la integración con el Instituto de Información, y eso hace a la globalidad del proceso. Claro que, como menciono en el informe de actuación, todo esto fue posible gracias al apoyo y la colaboración de todos los actores universitarios involucrados: docentes, estudiantes, egresados y funcionarios.

 

¿Cuáles fueron los principales logros?

Para comenzar creo que el generar un buen clima de trabajo, de confianza y colaboración. Pienso que en la medida en que hay confianza, todo lo demás viene. Respecto a los avances significativos, hay 13 que señalo en el informe de los cuales, sintéticamente, destaco la consolidación de la estructura docente mediante los llamados a los grados 2 y 3 y otras acciones de desarrollo académico, el apoyo a proyectos que se entendió relevante para Facultad como Anáforas, Uni Radio y la iniciativa de crear un laboratorio de emprendimientos, el cual considero que será de mucha importancia para los egresados y estudiantes. Algunas de estas iniciativas ya estaban en proceso, solo hubo de darles impulso, y otras se tuvieron que crear. Digamos que la rueda ya está inventada, hay que hacerla rodar, y ahí, en la forma y en el cómo, está la creatividad, la innovación y el accionar político.

Por último, traer el XVIII Encuentro FELAFACS es un logro muy importante para la FIC, porque nos permite tener una visibilidad de alcance continental. En esto el apoyo de Decanato fue fundamental para postular a nuestra facultad como sede.

 

¿Cuáles son los principales desafíos que le quedan por delante al IC y hacia dónde considera que debe ir su desarrollo institucional?

Considero que debe continuar en la formación de sus cuadros docentes a nivel de posgrado y junto con ello desarrollar la investigación en articulación con la enseñanza y la extensión. Debe seguir abriéndose al país, a la región y al mundo. Tenemos mucho para dar y mucho más por aprender. Sin embargo, en el intercambio con colegas de la región -particularmente en el área en la que trabajo- noté que no estamos tan lejos en algunos aspectos. Por el contrario, tenemos cosas mucho más resueltas, como el hecho de trabajar en base a problemas de la sociedad y en buscar soluciones para ello articulando el saber académico con una determinada realidad.

Debemos seguir nuestro propio camino. Hay experiencias de facultades de información y comunicación, pero la nuestra es única y al margen de otros modelos y experiencias, nosotros estamos haciendo la nuestra. Porque sin dudas seremos modelo de otros a tomar o a dejar, pero seremos un modelo. Ahora tenemos que adaptarnos al mundo cambiante y preparar a nuestros estudiantes y futuros egresados a ello, pero también a nuestros docentes que son la base de la formación de nuestros estudiantes, el factor humano.

Y hablando de humano, tenemos que trabajar para tener una organización más "humana" que cuide a las personas que trabajan en ella. Y con esto no digo que no la sea, sino que tiene que serlo más y tenemos las condiciones para ello. El trabajo debe ser un disfrute y no una pena o un castigo, y mucho menos un sufrimiento. Son importantes las individualidades, pero más importante para avanzar y realizarse como sociedad, es el trabajo colectivo, en equipo, donde cada uno de los miembros aporta responsablemente y al mismo tiempo se lo respeta. Creo que esto es un gran marco para ir a donde haya que ir, porque la hoja de ruta seguramente va a ser buena. Digamos que tendremos un buen mapa para navegar.

Finalmente, estoy convencido que es indispensable para el desarrollo organizacional -no solo de la FIC sino de la Udelar- la profesionalización de sus funcionarios. Ellos también requieren de formación continua, y si bien la tienen, hay que estudiar más qué es lo que precisan y cómo impartirlo. Pero antes de ello, revisar las políticas de desarrollo humano en lo laboral.

 

 

Fernando Andacht, director del IC desde el 12 de julio de 2019.

 

¿Qué balance hace del presente IC?

Desde que llegué a la FIC a mitad de 2015, he visto un crecimiento del IC a través de los llamados a efectividad, lo que es sin duda un paso fundamental para la consolidación de equipos docentes, una etapa que desarrolla un plan de acción que comenzó con los grados altos, y que aún tiene lugar este año con los docentes grado 2. Otro elemento clave para la buena salud del Instituto ha sido la implementación de los nuevos planes de estudio, y muy especialmente, considero un interesante logro el diseño de las diversas orientaciones, las que conllevan sus respectivas trayectorias en la carrera. La finalización de los estudios en el nuevo plan a través de la realización de un trabajo final de grado (TFG) es sin duda otra virtud de esta reformulación: el seminario-taller sirve para que los estudiantes se dediquen durante el último año de la Licenciatura a elaborar el proyecto, primero bajo la guía de los docentes de esa unidad curricular, y luego o casi simultáneamente con la tutela del o de los docentes que van a dirigirlos en esa tarea final y decisiva para su futuro laboral. Creo que aún hay mucho trabajo por delante para conseguir un relacionamiento de todo lo aprendido a lo largo de la carrera en esa etapa final; más allá de la orientación que se elija, veo una excelente oportunidad para que los estudiantes, a través de la guía de sus directores del TFG puedan aprovechar la gran riqueza conceptual y profesional que ofrecen los Departamentos de la FIC para contribuir en la elaboración de ese proyecto que los conduce hacia la obtención del título. Y en relación a esta modalidad de culminar la carrera, un aspecto que es sin duda mejorable es el número de licenciados que cada año aporta este servicio universitario a la sociedad.

 

¿Cuáles son los puntos fuertes que se plantea trabajar durante este período?

Algo muy positivo es, claramente, el continuar con el proceso de llamados a concurso de docentes para la efectivización de los docentes grado 2, y seguir en la búsqueda de nuevas ideas para enfrentar ese formidable obstáculo para la docencia que es la masividad en las clases del Ciclo Inicial. A pesar de los límites presupuestales, hay un equipo de la Unidad de Apoyo a la Enseñanza (UAE) que en articulación con Decanato trabaja para resolver o atenuar las consecuencias negativas que trae aparejada esta situación, es decir, para mejorar las estrategias de aprendizaje en tales circunstancias. Hoy la investigación y la internacionalización son dos componentes vitales de toda institución de enseñanza terciaria que desee optimizar su funcionamiento académico. Quiero aprovechar mi experiencia en el exterior durante casi dos décadas, tanto en la región como en otros países, para fomentar los convenios institucionales, tener acceso a becas, en fin, optimizar todas las oportunidades de intercambio académico y de enseñanza con otros programas universitarios. Esa bocanada de oxígeno, puede contribuir a superar los férreos límites presupuestales de una institución pública como la FIC.

Quiero destacar la importancia de seguir impulsando las actividades de extensión y de un mayor relacionamiento con el medio, puesto que son fundamentales para que estudiantes y docentes se formen en conexión con la sociedad en la que están inmersos. En esa línea, resaltaría que son actividades en las que también se genera conocimiento valioso que debe ser sistematizado y compartido a la interna de la FIC y del IC.

Dada mi participación en la Comisión Académica de Posgrado (CAP), desde el comienzo de mi trabajo en este servicio, voy a seguir pensando e invirtiendo energía en la creación de la etapa última en la formación académica de la que aún carece la FIC, es decir, del Doctorado. Puede parecer algo remoto o no tan relevante cuando hay inconvenientes como los ya mencionados en la gestión de las Licenciaturas. No obstante, estoy convencido de que el disponer de los tres niveles de enseñanza -grado, Maestría y Doctorado – permitirá que el nivel de exigencia en el TFG, en las tesis, etcétera, se adecue de la manera más racional, y así beneficie a todos los estudiantes, tanto a aquellos que no desean, al menos por el momento, continuar con sus estudios académicos, como los que sí lo harán.

 

En su propuesta de candidatura usted planteaba “promover y facilitar una mayor y mejor articulación” entre quienes hacen y quienes analizan la comunicación: ¿Cómo se traducirá esto en la Dirección del IC?

Si pensamos que este proyecto aún joven de la Udelar nació mediante la reunión de dos servicios con historias y trayectorias del todo separadas, estoy convencido de que aún hay mucho por hacer al nivel más amplio, es decir, en el avanzar en esa cooperación y beneficio mutuo del componente Información y del componente Comunicación, para forjar un cuerpo docente y de investigación que refleje esa síntesis. Lo mismo puede ocurrir en el nivel siguiente, es decir, en el relacionamiento productivo y científico entre ambos Institutos de la Facultad: la principal barrera para una mejor colaboración creativa entre los que abordamos la comunicación de modo más general -sea su teoría, metodología o historia- y los que lo hacen desde su manifestación concreta y aplicada al mundo social, es el desconocimiento mutuo. A través del fomento de eventos como las Jornadas de Investigación de la FIC, que conozco de cerca, para mencionar algo real y tangible que ya se está implementando, veo una oportunidad magnífica para que la totalidad del cuerpo docente de la FIC pueda conocer de primera mano, aún de modo parcial e imperfecto, el camino que transitan los colegas a cargo de formar el aspecto profesional y los que aportan una reflexión sobre los procesos generales que explican la génesis y desarrollo de ese conocimiento. Nada hay más complementario que estos dos elementos en la educación de un profesional o de un académico de nuestro campo, si logramos superar ese “fantasma del dualismo” al que me referí en el plan de trabajo que elaboré para ocupar la función de dirección del Instituto.

 

Ante “el problema de la sobrecarga de enseñanza” usted afirma que “se impone seguir buscando modos de reforzar los equipos docentes”: ¿Qué caminos proyecta para lograrlo?

Reconozco que en el plazo de dos años no llegarán nuevos recursos presupuestales y que ante el próximo cambio de gobierno tampoco existe la certeza de lo que ocurrirá en el próximo quinquenio a nivel presupuestal. En ese contexto, pienso que a lo que sí se puede apelar es al diálogo y al trabajo articulado con Decanato y los órdenes que integran el cogobierno para -como ya se ha venido haciendo- buscar formas de optimización de los recursos con los que ya se cuentan en el Instituto y en la FIC, y también para obtener recursos que puedan generarse en la Universidad a nivel central. De la misma forma, se deberían aprovechar oportunidades y convocatorias desde la Udelar, tanto las ya existentes como las nuevas que puedan surgir. Una que se está procesando actualmente son las oportunidades de ascenso de grado a través de los llamados a oportunidades de ascenso (LLOA).

 

Teniendo en cuenta que su actual período al frente del IC termina en julio de 2021 con la posibilidad de ser reelecto por dos años más: ¿Qué IC y qué tipo de articulación imagina con la FIC para cuando termine este período?

Sin caer en un excesivo e infundado optimismo, veo en el futuro un IC capaz de establecer un diálogo más fluido en su interior, entre quienes se encargan de forjar la imprescindible materialidad de la comunicación para esta sociedad cada día más dependiente de lo que sus medios le aportan en todos los planos de la vida en común e individual, y aquellos que con rigor y seriedad procuran desarrollar un pensamiento sobre cómo funciona en cuanto dispositivo productor de conocimiento, de creencias y de emociones la comunicación mediática en el tiempo presente. La formación del comunicador y del comunicólogo tiene un punto compartido en nuestro afán como docentes de otorgarle un rol central a propiciar un pensamiento y acción que estén regidos por la ética antes que por la sola eficacia. Un pensador como C. S. Peirce, formuló una advertencia válida para cualquier actividad científica, a fines del siglo 19: “No se debe obstaculizar el camino de la investigación”, y de modo pionero definió la realidad como “una COMUNIDAD, sin límites definidos, y capaz de un incremento definido de conocimiento”. Creo que ambas propuestas son de absoluta relevancia para imaginar y trabajar en pos de una institución académica que consiga superar tanto obstáculos materiales como intelectuales, para convertirse cada vez más en esa comunidad puesta al servicio de un conocimiento cuyos beneficios recaigan en toda la sociedad uruguaya.

 

 

Informe de actuación de la Dirección del Instituto de Comunicación, bienio 2017-2019, de Daniel Ottado: clic aquí.

Propuesta de candidatura a director del Instituto de Comunicación de Fernando Andacht: clic aquí.