Estudiantes de Bibliotecología de la FIC participan en un EFI en Paso de la Arena donde trabajan junto con la comunidad para organizar la nueva biblioteca infantil y juvenil ubicada en el predio educativo de la ex quinta de Luis Batlle Berres.

Foto de personas en ronda conversando

“Se viene la biblioteca infantil y juvenil de la Quinta de Batlle” es el nombre del espacio de formación integral (EFI) propuesto desde la unidad curricular Taller de Bibliotecas Escolares de la Licenciatura en Bibliotecología y que cuenta con el apoyo económico de la Unidad de Desarrollo de la Extensión y las Actividades en el Medio (UDEA) de la FIC. 

Este EFI de extensión se propone aportar a la implementación de una biblioteca comunitaria en el complejo educativo situado en la Quinta de Batlle integrado por cuatro instituciones de enseñanza pública: la Escuela nº 355, el Jardín de Infantes nº352, el Liceo nº4, la UTU de Paso de la Arena y la ONG Giralunas.

La biblioteca, ubicada en Camino de las Tropas 243 esquina Luis Batlle Berres, fue seleccionada entre los proyectos de la edición 2016 del presupuesto participativo de la Intendencia de Montevideo y contó con la ayuda adicional del Municipio A. Con la asignación de fondos se adquirieron dos contenedores unidos, formando un espacio de 60 metros cuadrados, con baño incluido, una colección de 3.000 libros y mesas y sillas para niños y jóvenes.

Para esta nota conversamos por un lado con la bibliotecóloga Ana María Bavosi, integrante de la Organización Internacional para el Libro Juvenil (IBBY por sus siglas en inglés) que estuvo involucrada con el proyecto de la biblioteca desde sus inicios; con la docente responsable del EFI, Gabriela Quesada, hablamos sobre la experiencia que se viene desarrollando desde la FIC y acerca de la importancia de este tipo de proyectos; y con las estudiantes que participan del proyecto, María José Cardozo, Ana Belén Cossio, Karina Giacusa, Vanessa Marcos, Leyla Pereira y Jimena Rivas, quienes contaron acerca de la experiencia y los aprendizajes que vienen desarrollando.

 

¿Cómo surge la idea de hacer una biblioteca en este complejo educativo?

Ana María Bavosi (AB): En el año 2010, la Escuela Nº 355 se integra al proyecto “Animarse a leer” de IBBY Uruguay, que incluye, además de la capacitación de los maestros, la entrega de una colección de títulos de libros infantiles, especialmente seleccionados para el desarrollo de la propuesta. 

A partir de estas instancias, comienza a gestarse el futuro del proyecto en el que estamos embarcados. Terminado el proyecto, seguí vinculada a la escuela y durante estos diez últimos años participé en múltiples actividades con niños y maestros; se adquirieron más libros y nació la idea de tener una biblioteca. Enraizar una idea, lograr que crezca y adquiera fuerza necesita tiempo, seguimiento y dedicación. 

¿Cómo surge el vínculo entre la FIC y esta biblioteca?

Gabriela Quesada (GQ): En agosto de 2019, Ana Campoleoni, directora de Giraluna y secretaria de la Escuela, se contacta con la directora del Instituto de Información, Paulina Szafrán, para solicitar alguna colaboración de la Facultad con este proyecto. A partir de este intercambio se concretó el aporte de dos grupos de estudiantes que realizaron una propuesta de distribución del espacio de la futura biblioteca en el marco de la unidad curricular Administración de Unidades de Información I y el primer semestre este año presentamos este EFI de extensión en el Taller de bibliotecas escolares.

¿Cómo se ha desarrollado este EFI?

Estudiantes (EE): El proyecto se desarrolla en cuatro etapas. Inicialmente comenzamos inventariando los libros, en esta etapa el objetivo fue registrar los datos que permitan la identificación, clasificación e ingreso de los libros para posteriormente generar una base de datos para la gestión, préstamo y circulación de la colección. En esta primera fase contamos con la ayuda de la comunidad de la Quinta de Batlle. Posteriormente, se procedió a la clasificación en cuanto al contenido, tema y nivel, de acuerdo a la clasificación establecida por Ana María Bavosi. 

En tercer lugar, realizamos el tejuelo (etiqueta en el lomo del libro que a través de un sistema numérico expresa el contenido del mismo y define su lugar en el estante) de los libros. Para la clasificación de la colección de nivel superior, utilizamos el sistema numérico Dewey en su versión simplificada para bibliotecas pequeñas y escolares. Para la colección recreativa de primeros lectores aplicamos un sistema de colores de acuerdo al contenido temático, nivel del texto y usuarios recomendados. Finalmente, hicimos un cotejo general de cada libro para evaluar la correcta aplicación de los elementos: inventario, clasificación y tejuelo.

Actualmente nos encontramos en la última etapa del cotejo de los libros que ya fueron procesados, aunque es una tarea que se vuelve a realizar cada vez que entra un nuevo material. En total llevamos procesados alrededor de 1.900 libros y se estima que lleguen 1.200 más. Además de la parte puramente técnica del proyecto, hemos desarrollado otras actividades de contacto directo con la comunidad. Prevemos continuar con otros talleres de instrucción bibliotecaria para trabajar con la comunidad educativa y los futuros usuarios lo que significa una biblioteca y podría ser su funcionamiento. 

¿Cuál es la importancia de una biblioteca escolar?

GQ: Es un espacio de aprendizaje y de construcción de conocimiento que coopera con la dinámica de la escuela. Su misión específica es formar lectores, enseñar a los alumnos a saber elegir los libros, apreciarlos y convertirse en lectores para toda la vida. La biblioteca está al servicio del proyecto educativo pero no existe solo para él: tiene otras áreas de acción como son actividades de animación a la lectura, formación en el uso de información y dinamización cultural.

¿Cuáles son las características más destacables de este proyecto?

AB: Creo que lo más destacable de esta propuesta es su carácter único, dado que en nuestro país no existe una experiencia igual. Pienso que esta biblioteca dentro de un complejo educativo puede transformarse en un modelo demostrativo de gran importancia, tanto desde el punto de vista cultural como formativo y social. También debemos tener presente que una biblioteca requiere contar con personal capacitado, profesionales competentes que aseguren el buen funcionamiento del servicio y, sobre todo, su supervivencia.

¿Qué aprendizajes identifican que les deja esta experiencia?

EE: Son amplios. Nos permite vivenciar la concreción de una biblioteca desde su inicio y ver cómo se materializan las expectativas, originadas en un proyecto, teniendo en cuenta que es la primera biblioteca del país que nuclea un complejo educativo. Por otro lado, la interacción con los integrantes de la comunidad otorgan un plus a la experiencia. Emociona ver cómo ellos esperan con ansias la apertura de la biblioteca, y la disposición que tienen ofreciéndose a colaborar. 

¿Qué expectativas tienen respecto al trabajo en el EFI?

EE: Apuntamos a insertar a la biblioteca como un punto de encuentro para todo el complejo educativo y la comunidad de la Quinta de Batlle. Estamos convencidas de que debe darse más importancia a las bibliotecas en los centros educativos de nivel primario, ya que al día de hoy son pocas las escuelas que cuentan con una. Debe abandonarse la concepción de la biblioteca en la que se ve a la misma como un “estante con libros” y empezar a pensarla como un lugar físico, donde además de haber una colección, se desarrollen actividades de animación a la lectura, de alfabetización en información, de interacción con la comunidad, entre otras posibilidades.