En el marco de las iniciativas del Modelo de Calidad con Equidad de Género que está desarrollando la FIC, durante la primera semana de julio, se desarrolló un espacio lúdico recreativo para el cuidado de niñas y niños dependientes de funcionarios TAS, estudiantes, egresados y docentes.

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La propuesta la llevó adelante la cooperativa de trabajo Homoludens. Dicha organización realiza programas, proyectos e iniciativas relacionadas con el desarrollo educativo, cultural, artístico y recreativo. En particular en la FIC, la propuesta se desarrolló en dos turnos y tuvo una planificación por momentos más estructurada, como la realización de talleres de experimentación con títeres, maquillaje, barro, pintura, y tuvo espacios libres, sujetos a la elección de los y las asistentes, para que pudieran elegir qué hacer, explorar posibilidades con distintos juegos de caja, juguetes y elementos para dibujar.

Bettina Nerhuizian, una de las educadoras de Homoludens, explicó que lo principal fue generar instancias de compartir, elegir y procurar la mejor experiencia posible para quienes asistieron. “Son niñas y niños: quieren jugar siempre. Nuestra mediación busca valorar las experiencias lúdicas, resignificarlas para que quieran volver a repetirlas”, explicó.

Para conocer más sobre la experiencia se obtuvieron testimonios de quienes utilizaron el espacio:

Natalia Aguirre, docente del Departamento Tratamiento y Transferencia de Información, destacó que el espacio fue de gran ayuda para el cuidado de Iván de 5 años, en esta semana en que no tuvo escuela. También valoró como muy positivo la forma en que él se apropió del espacio. Aguirre explicó que es habitual que los hijos e hijas vayan a la Facultad a ver trabajar a sus padres y madres, pero esta vez “la pudieron vivir desde otro lugar, descubrir distintas zonas: fueron todos juntos a la biblioteca, conocieron el estudio de televisión y de radio, les hicieron una entrevista y esos es importante porque es una manera de aproximarse a lo que hacemos nosotros a partir de su propia experiencia” comentó la docente.

Renzo, de 3 años, mientras se pinta la frente con ayuda de un pincel nos contó que su “mami” lo trajo a la Facultad a jugar. Para Varenka Parentelli, su madre y docente de la Unidad de Apoyo a la Enseñanza, “la posibilidad de tener un espacio lúdico recreativo donde acceder en la semana de vacaciones ha sido para la organización y logística familiar sumamente colaborativo y necesario, no solamente por el aspecto que refiere al horario de trabajo sino también por la importancia de que los niños/as tengan un espacio propio durante esta semana”.

Sabrina Martínez, docente en el Departamento de Especializaciones Profesionales contó que Alma, de 6  años, se apropió de la propuesta y que no quiso dejar de asistir ningún día, e incluso pidió venir en los dos turnos cuando habían previsto que asistiera solo en la mañana. Nos cuenta que un día su hija le dijo: “ahora yo también soy universitaria ¿no?”. Martínez explicó que para quienes trabajan en la FIC, este espacio permitió un acercamiento diferente: “conocimos a hijos e hijas de colegas, conversamos sobre crianza, nos reconocimos desde otro rol” y destacó que “por primera vez se me hizo carne la universidad de puertas abiertas”. 

Pilar tienen “6 añitos” y llegó porque la trajo su padre. La primera vez que vino tuvo que subir ascensores, y buscar al grupo por varios lados, hasta que los encontró en la biblioteca. Para Exequiel Fontans, su padre y docente del Departamento Tratamiento y Transferencia de Información, el espacio fue de mucha utilidad, la madre trabaja en Facultad de Ciencias y está haciendo un doctorado, y si bien, tienen flexibilidad para organizar horarios, estamos con mucho trabajo y se “complica”. “La traje el martes a la tarde, para ver si le gustaba y se adaptaba y después veíamos como hacíamos. También estaba la posibilidad de que la cuidara la abuela, pero el espacio le ganó a la abuela”, comenta Fontans. Pilar va a la escuela de tarde, pero el viernes, como era el último día pidió para venir desde la mañana. Se sentó en la cama y dijo “tengo que ir a la FIC”. Además en Facultad hizo “contactos”, porque se hizo amiga de Alma, que tiene la misma edad. Una de las tardes, cuando su madre la fue a buscar reclamó a su madre que le pidiera el teléfono a Sabrina, porque tenía que estar en “contacto” con Alma. 

Esta iniciativa acompaña la aplicación del Modelo de Calidad con Equidad de Género, mediante el cual la FIC se ha propuesto integrar la equidad de género a su gestión. 

Para el segundo semestre del año se prevé organizar con FIC una jornada de apertura al barrio.

 

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Noticia en Canal 10 programa "La mañana en casa": Espacio recreativo para hijos de la FIC-Udelar.

 

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